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Papa Francisco, Unbe, Virgen de Unbe, Virgen Dolorosa, Virgen María
(En sentido figurado, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia)
Querido hijo, Francisco
Llevo muchos años, más de los que puedas pensar, ayudando a tus antecesores y también quiero ayudarte, si tú y mi hijo Jesús me lo permitís.
Son muchos los hijos que ponen en mi mano peticiones, llenos de sentimientos y de buenas obras y no puedo ignorarlas, sufro por cada uno de mis hijos y para mí “Cuando con vuestras oraciones y sacrificios me ayudáis a salvar un alma y convertís un pecador, me cerráis una herida”.
Si supieras cuanto honor siento, cada vez que se me reconoce como Madre, para una Madre es un orgullo ver crecer a sus hijos y como a veces me sorprenden con su abnegación y sin pedir nada a cambio, disfruto con estos gestos que me hacen merecedora de vuestro cariño y amor.
Cuando esto no sucede y se vuelven esquivos, mis sufrimientos como Madre no me dejan descansar. Estas razones me hacen bajar a vosotros buscando entre los creyentes que me acepten y solicitar oraciones que necesito para que con vuestro sacrificio me de fuerzas para obrar la magia del amor en los no creyentes, es como la leña que se hecha al fuego para que se avive, yo sé que tú me entiendes.
Claro, que quiero que seáis vosotros mismos quienes vayáis al encuentro de mi hijo Jesús, pero cuando esto se hace casi imposible, tengo que acercarme a vosotros. A muchos, con una pequeña señal me es suficiente, en otros casos tengo que hacer algo más y es cuando me aparezco. Mi deseo sería que sin esta necesidad todos se salvasen, ya que todo ha de hacerse con la libertad, tan respetada por mi hijo.
No puedo mirar y ver sin hacer nada, como hay hijos que se condenan. Por esto solicito tu ayuda hijo mío, tu fracaso es también el mío. Lo que más he querido trasmitir en mi paso por la vida terrena fue la humildad, el servicio y el amor al Padre, yo con eso me sentía feliz, pero hay hijos que no saben ver que este es el valor que hace la felicidad y la buscan en cosas terrenas y pasajeras que no satisfacen, buscan y buscan y no paran nunca, me apena ver como derrochan su tiempo, alejándose del propósito de mi hijo, que es el AMOR.
El que no está a favor Mío, está contra Mí; y el que no recoge a Mi lado, desparrama. Este versículo de Mateo 12:30, se olvida con frecuencia, yo como Madre solo quiero llevar a todos mis hijos y que estén al favor de Dios y que no derrochen vida, que es vida eterna.
Te pido Francisco que en tus oraciones, me tengas en cuenta con el propósito de que puedas dar los pasos necesarios que te garanticen que yo he estado en estos lugares que visito y he visitado, donde puedan renacer nuevas vocaciones, dispuestas al servicio de Dios, tan necesitada actualmente la iglesia, hay muchas ovejas sin pastor, confundidas con los placeres mundanos que alejan a mis hijos del verdadero Amor.
Deseo que todos mis hijos sepan que yo estoy pendiente de ellos y que nunca les olvido. Como a Pedro te llevo en mi corazón de un modo especial, eres la cabeza visible de Cristo en la tierra, y lo que hagas tiene una trascendencia eterna, así que, apacienta a mis ovejas, te pidió mi hijo Jesús y que yo suscribo.
Virgen Pura Dolorosa de Unbe